martes, 8 de septiembre de 2009

La expresión oral fluida y coherente

La formación en este campo puede apoyarse en la organización y participación en conferencias, debates, mesas redondas, presentación de libros, y en otras oportunidades de discusión colectiva de temas educativos. La expresión coherente nos facilita la comunicación con nuestro entorno mejorando las relaciones interpersonales, Un texto es coherente de forma global, sólo si es posible construir una macroestructura de él, pero, esta globalidad, debe derivarse del sentido de las oraciones individuales que lo forman y de la secuencia que existe entre ellas.
Una macroestructura es una estructura de tipo global que es relativa respecto de estructuras más específicas en otro nivel más bajo, así que, lo que en un texto puede considerarse una microestructura, en otro sería una microestructura. La superestructura es la forma global de un texto y las relaciones jerárquicas entre sus párrafos. Esta estructura, se describe en términos de categorías y de reglas de formación. Las categorías implican el orden en que el texto se presenta y las reglas, determinan ese orden. La superestructura se organiza el texto por medio de su mscroestructura, la macroestructura organiza únicamente el contenido global del texto, una superestructura esquemática, ordenará las macroproposiciones y determinará si el texto es o no completo.
Las superestructuras y las macroestructuras tienen una propiedad común; no se definen con relación a oraciones o secuencias aisladas de un texto, sino para el texto en su conjunto o para determinados fragmentos de éste, por eso es que se habla de estructuras globales.
Las superestructuras no solo permiten reconocer la estructura más especial y global, sino que a la vez determinan el orden global de las partes del texto, por lo que la propia Una superestructura se plasma en la estructura del texto, es decir, que la superestructura es una especie de esquema al que el texto se adapta.
Una superestructura debe existir necesariamente en cada texto como ocurre con las macroestructuras en un texto coherente.
Las cuatro macrorreglas deben cumplir el principio denominado implicación semántica.
La primera macrorregla, SUPRIMIR, significa que toda información de poca importancia y no esencial puede ser omitida. Esto no significa que la información en sí no sea importante, sino que es secundaria para el significado o la interpretación en un nivel superior o más global.
En la segunda macrorregla, SELECCIONAR, también se omite cierta cantidad de información, pero aquí, la relación entre las series de proposiciones, se da más claramente.
La tercera macrorregla, GENERALIZAR, también omite informaciones esenciales, pero lo lleva a cabo sustituyendo una proposición por otra nueva, ya que todas las proposiciones que se plantean en un primer momento, implican conceptualmente una nueva.
En la macrorregla cuatro, CONSTRUIR, la información se ve sustituida por una nueva información y no es omitida ni seleccionada.

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